jueves, 9 de marzo de 2017

Los huéspedes de pago

Recuerdo perfectamente el momento exacto en el que conocí a Sarah Waters: a través de tv3 (televisión pública catalana) con la adaptación de la BBC de Tipping the Velvet (El lustre de la perla en español) junto a mi madre, con la cual aún no había salido del armario. Os podéis imaginar el momento incómodo cuando la historia empieza a desarrollarse para ser una narrativa lésbica. No sabía donde meterme, así que al final opté por huir e irme a dormir (aunque me había quedado con las ganas de saber cómo continuaba la historia, obviamente).

Como siempre he tenido el don -o la desgracia- de la curiosidad, empecé a indagar por internet (este internet que se activaba con un ruido horrible del router, ¿sabéis a lo que me refiero, verdad?) y visualicé clandestinamente la serie -qué aventurera me sentía... dulce juventud-. Y tuve el mes/meses Sarah Waters. Me leí prácticamente todos sus libros -excepto El ocupante que me quedé a la mitad, no me gustan nada las novelas de miedo, mi imaginación hace demasiado real el miedo y luego no puedo dormir, literalmente, durante semanas- y todas las series adaptadas sobre los libros, de la BBC por supuesto.

De hecho ya están tardando los productores de la BBC en anunciar la nueva adaptación del libro sobre el que os voy a hablar hoy: Los huéspedes de pago.

Los huéspedes de pago


Si quieres leer el libro sin "spoilers", no leas más.


Si hay un aspecto en el que destaca Sarah Waters es el de el entorno literario: la descripción del lugar en el que se encuentran sus personajes, su época y su personalidad.

Otro aspecto es el de dar un giro en una trama que parecía segura y sin sobresaltos en cuestión de un párrafo. Cosa que provoca estupefacción y sorpresa, de manera muy positiva.

Habitualmente este tipo de sorpresas me gustan, aportan frescura a sus novelas y las ganas de saber "qué pasará" aumentan significativamente. Siento decir que este último libro ha tenido un efecto totalmente distinto.

Creo que me ha provocado desaliento y pereza. Escribir estas palabras sobre Waters casi me parecen blasfemia, ya que es una autora a la que admiro mucho y sigo desde hace más de una década; pero esas han sido mis impresiones sobre este último libro.

Me explico: la primera parte del libro y la segunda (tiene 3) muestran el inicio de un romance entre nuestra protagonista Frances y Lilian, la huésped de pago (o inquilina) que vive con su marido en la parte de arriba de la casa de la familia de Frances.

La descripción es muy adecuada, permite situar muy bien a la persona lectora.

Las relaciones que se van estableciendo entre los personajes se forman de manera natural. El pasado y el presente confluyen bien y unx se siente confortable con la lectura.

Después del suceso de la muerte del marido de Lilian por esta misma me da la impresión que el libro se tuerce, y de qué manera.

La narración se vuelve un bucle bastante pesado y reiterativo. La motivación por leer cómo continua la historia baja en picado -como mínimo a una servidora- y, una vez se llega al final, este no deja de ser agridulce por todo lo que ha pasado y por lo que tendrán que arrastrar durante toda la vida las protagonistas. Demasiada ambigüedad, dramatismo e histerismo. Las protagonistas no me han parecido suficientemente fuertes ni atractivas.

¿Creéis que mi opinión es demasiado "extremista" en lo negativo o estáis de acuerdo?

Me encantaría saber vuestra opinión.

¡Nos leemos!


No hay comentarios:

Publicar un comentario