Como en los libros de Metafísica de los tubos y Estupor y temblores me quedé con las ganas de saber más sobre las novelas autobiográficas de Amélie Nothomb, decidí leer estos tres relatos de manera seguida -aunque en un primer momento me equivoqué de orden- y creo que ha sido una idea enriquecedora.
El sabotage amoroso
Libro publicado en 1993 en Francia, aquí se publicó mediante la editorial Anagrama en 2003.
Traducción de Sergi Pàmies
Publicado inicialmente en 2007 en Francia, aquí se publicó en 2009 vía editorial Anagrama.
Traducción de Sergi Pàmies
176 páginas
La nostalgia feliz
Publicado en 2013 en Francia, traducido aquí en el 2015 por la editorial Anagrama (cómo no).
Traducción de Sergi Pàmies (no os lo esperábais, ¿verdad?).
144 páginas.
Si unx lee los 3 libros seguidos, puede percibir una agradable continuidad cronológica.
Como creo haber comentado ya alguna vez, la autora tiene una manera de redactar los libros que o laos odias o te encantan. Al permanecer a la segunda categoría, sus "excentricidades" literarias me alientan a seguir descubriendo el pasado de la autora mediante su peculiar punto de vista, a través de la ficción autobiográfica.
En la primera novela, El sabotage amoroso, la autora nos explica cómo era su vida a los 7 años, cuando estuvo viviendo en China debido al trabajo de diplomático de su padre.
Es increíble la imaginación que tenía ya de pequeña -como nos demostró en su novela Metafísica de los tubos- y aún más sorprendente la "guerra" que crearon junto a sus compañeros de clase/escuela. Gran parte del libro consta de explicaciones con todo tipo de detalles de los juegos -bastante fuertes, a menudo crueles- en los que participaba.
Ya avanzado el libro, nos narra qué sintió cuando vio a su primer amor: una niña, algo mayor que ella. Verlo a través de los ojos de una niña no deja de ser divertido, incluso te hace sentir cierta nostalgia de la infancia pasada.
Poco habla la autora de cómo vivían en China, sólo hace algunas pinceladas al acabar el libro. Los motivos por los cuales no lo hace son lógicos y comprensibles, describir este país a menudo demasiado extenso equivaldría a mínimo 20 libros de los que suele redactar la autora.
Es un libro que, como todos los de ella, se lee fácil y es ameno. Aunque quizá es el libro -de los 3- que menos me ha entusiasmado, algunas descripciones de la denominada "guerra" y lo que se hacían entre ellos los niños se me han hecho algo pesadas.
En la segunda novela, Ni de Eva ni de Adán, nos explica largo y tendidamente su relación de más de 2 años con un chico japonés "Rinri", a los 21 años de esta.
Este relato es incluso más entretenido de leer. Las situaciones en las que se encuentra Nothomb son a menudo divertidas y vergonzosas. Imaginártela en según qué conversaciones resulta hilarante. Con el chico nipón llegaron a estar comprometidos -de alguna manera, ella se refiere a ello como "noviazgo"- y la manera en la que escapó literalmente de él resulta sorprendente.
El amor que siente por Japón se desprende en cada palabra que utiliza al describir los paisajes en los que se encuentra, te dan ganas de conocer y recorrer el monte fuji.
Si a parte del libro tenéis curiosidad de saber algo más, se estrenó hace unos años la película basada en la novela, Romance en Tokyo, aunque esta parece distar mucho de la tónica más bien divertida del libro a favor de un amor edulcorado más bien empalagoso.
La nostalgia feliz nos sitúa décadas después, cuando la autora ya cuenta con 44 años. Precisamente las primeras páginas narran la conversación telefónica con "Rinri", el chico japonés con el que Nothomb tuvo una relación, explicada en el libro anterior.
Por diferentes motivos, Nothomb es invitada a ir a Japón para rodar un documental sobre su relación con el país nipón. Todo lo que nos explica la autora en su relato, nos la tenemos que imaginar rodeada de personas grabando su voz y su imagen.
Hace parada en todos los lugares importantes para ella y, en los primeros días, procede a hacer una visita a Fukushima: le causará impresión a ella in situ y a los lectores a través de sus sensaciones, increíble. Es un proceso duro y bonito en el cual nos hace partícipes a lxs lectorxs, es de agradecer.
Este libro me ha hecho (casi) llorar, me ha divertido y me ha ayudado un poco más a entender la manera de ver las cosas de Nothomb.
Recomiendo los 3 encarecidamente si unx quiere aprender peculiaridades y costumbres de Japón vistos a través de los ojos de esta fascinante autora. Mi "ciclo" Nothomb acaba aquí este año aunque probablemente seguiré sus novedades literarias de cada año.
-
El siguiente post tratará sobre Retrato de un matrimonio de Nigel Nicolson, hijo de mi querida Vita Sackville-West.